Sueñan las pulgas con comprarse un perro, sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca; ni una lloviznita cae del cielo con buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, se levanten con el pie derecho o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
2 comentarios:
Jaja.
Sube todo, viste. Los pulmones festejan en el obelisco.
Saluditos.
En cualquier momento cristina empieza a cobrar el oxigeno y a posteriori, el monoxido de carbono... ojo eh??
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